En los últimos 20 años el impulso a la privatización de las semillas se ha plasmado en tratados internacionales, leyes, certificaciones y la propiedad intelectual, que desplaza y criminaliza el uso libre de semillas criollas o nativas.
Para la bióloga Valeria García López, esto sucede en un sistema colonial, patriarcal y colonialista que busca homogeneizar, uniformizar y, en consecuencia, acabar con la vida.
Organizaciones y estudiosos del tema coinciden que las semillas están siendo acaparadas. No es poca cosa, insiste Malin Jönsson, pues se trata de una grave amenaza, no sólo a la cultura alimentaria, también al medio ambiente por el peligro a la biodiversidad y a la contaminación del suelo por el uso descontrolado de agroquímicos.https://avispa.org/semillas-en-peligro/