Las semillas transgénicas siempre son sembradas en monocultivos, que tienen como consecuencia la reducción de la biodiversidad, el aumento de la incidencia de plagas, mayor vulnerabilidad ante los efectos del cambio climático y la disminución las opciones alimenticias, además de que hace necesario el uso de fertilizantes, porque una sola especie es demandante de nutrientes específicos y no hay otras especies que equilibren la deficiencia de elementos como el nitrógeno. Asimismo, el uso de plaguicidas impone riesgos a la salud humana y fomenta la aparición de individuos resistentes a los agrotóxicos. Por su parte, el uso excesivo de fertilizantes contamina el agua y también puede generar efectos adversos a la salud humana, así como efectos nocivos al ambiente.
Adicionalmente, es indispensable no olvidar que México es centro de origen, diversificación y domesticación de más de 100 especies alimenticias. Este hecho significa que en el territorio nacional se encuentran los parientes silvestres de las especies de las que ahora nos alimentamos, pero que tardaron entre 8,000 y 10,000 años en domesticarse. Es decir, los parientes silvestres fueron seleccionados por manos campesinas hasta crear las variedades comestibles que hoy conocemos. Este proceso implicó trabajo y coordinación comunitaria, así como conocimiento tradicional que se transmitió de generación en generación. La relevancia de mencionar que nuestro país es centro de origen, diversificación y domesticación radica en que las plantas transgénicas podrían entrecruzarse con plantas nativas (silvestres y domesticadas). Así, un resultado probable de este entrecruzamiento podría ser el dañar las poblaciones nativas hasta su extinción. O, al menos podría resultar en la inserción de genes patentados en poblaciones nativas, lo que a su vez generaría problemas de protección intelectual. Además, hay estudios que enfatizan el hecho de que no es posible una convivencia entre plantas nativas y transgénicas sin que el entrecruzamiento, cuyas consecuencias que podrían incluir la extinción de variedades nativas, suceda.
En contraposición con los monocultivos se puede identificar el hacer milpa. La milpa es un sistema que implica elementos comunitarios (no individuales) inmersos en la naturaleza circundante para producir alimentos basados en plantas locales y de alta calidad nutritiva. Sin embargo, el hacer milpa no es sólo reproducir plantas, es compartir las maneras de ser, ver y pensar, o sea constituir lo que algunos indígenas entienden como comunalidad.
Fuentes recomendadas
Altieri, M. y Nicholls, C. (2005). Agroecology and the Search for a Truly Sustainable Agriculture [Agroecología y la búsqueda de una agricultura verdaderamente sostenible]. Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Altieri, M. y Nicholls, C. (2008). Scaling up agroecological approaches food sovereignty in Latin America [Escalando los enfoques agroecológicos de la soberanía alimentaria en América Latina]. Development, 51(4), 472-480.
Álvarez-Buylla, E., Piñeyro Nelson, A., Turrent A., Wegier, A., Alavez, V., Milán, L., Traavik, T., Quist, D. y Nieto, J. (2013). Incertidumbres, riesgos y peligros de la liberación de maíz transgénico en México. En Álvarez-Buylla, E. y Piñeyro, A. (Coords.), El maíz en peligro ante los transgénicos (111-163). Universidad Nacional Autónoma de México.