Afirman especialistas en presentación de libro “Envenenados,” de Patricio Eleisegui sobre la realidad Argentina
En Campeche liberación de soya transgénica con fumigaciones con glifosato violan derechos y contaminan el ambiente
Ciudad de México, 25 de junio de 2018.-Durante la presentación del libro “Envenenados” del escritor y periodista Patricio Eleisegui, mencionó que en Argentina van dos décadas de la implementación de cultivos transgénicos y la aplicación de plaguicidas. “Argentina se ha consolidado como el ejemplo dramático de lo que genera una agricultura industrial y el crecimiento de la frontera agrícola sobre los ecosistemas y la salud humana” y añadió “este tipo de sustancias tóxicas han sido encontradas en alimentos, agua, aire, suelo e incluso en los habitantes de las grandes ciudades y otros puntos del país que presentan un grado irreversible de contaminación”.
Patricio Eleisegui dijo que Argentina encabeza en la región una tendencia productiva que sepulta cualquier idea de soberanía alimentaria a manos del interés de los grandes actores globales del agronegocio y lamentó que cuando se designan territorios para abastecer a las grandes economías, hay consecuencias irreversibles.
Agregó que es importante ahondar en las características de la práctica agrícola que se lleva a cabo en Argentina pues arroja una clave para desarrollar estrategias que nos permitan anticipar el movimiento predatorio de las multinacionales, salvaguardar el requerimiento alimenticio de nuestros pueblos originarios en América Latina, así como también mantener en prioridad la necesidad de garantizar la seguridad sanitaria en toda la región.
En este contexto Fernando Bejarano, Director de la Red de Acción Sobre Plaguicidas y sus Alternativas en México (RAPAM); dijo que los casos dramáticos del impacto a la salud y medio ambiente que causan los plaguicidas químicos en Argentina, descrito por Patricio Eleisegui en su libro, nos da cuenta de lo equivocado que es seguir apostando a políticas de apoyo a monocultivos dependientes de agroquímicos y transgénicos bajo control de transnacionales; sin embargo, es una mentalidad neoliberal tecnocrática presente también en las políticas aplicadas en México, que debe cambiar en el próximo gobierno electo”. Y añadió: “lo que se necesita es un cambio de visión y políticas que no sacrifiquen los derechos de comunidades campesinas vulneradas, insectos polinizadores y ecosistemas sensibles, sino que cree las condiciones para sacar del mercado a plaguicidas altamente peligrosos, especialmente los prohibidos en otros países, a la vez que promueva alternativas agroecológicas, en un diálogo de saberes con las organizaciones de productores, academia y organizaciones no gubernamentales”.
Por su parte, María Colin asesora de Greenpeace México, puso en contexto lo que sucede en la región maya de la península de Yucatán: “este es un caso que ya presenta consecuencias palpables por la implementación del modelo de agricultura industrial, basado en transgénicos y cócteles de plaguicidas, que contamina el agua, el suelo y que afecta la salud de poblaciones humanas y la flora y fauna de la región, aunado a deficiencias del sistema de bioseguridad y una pésima gestión y manejo de agrotóxicos. Debemos transitar ya a un modelo de agricultura ecológica”.
NOTA Publicada inicialmente por editorial Wu Wei en el año 2013, y reeditada por Gárgola Ediciones en 2017, “Envenenados” es una investigación desarrollada por el escritor y periodista Patricio Eleisegui que aborda el inicio y la evolución de la estructura productiva que se afianzó en los años 90, y detalla cómo se fue dando el cambio en la matriz y la forma en que sus efectos negativos forman parte de nuestro día a día.
Se trata del primer trabajo periodístico que abordó la problemática.
Por último, el libro reúne testimonios de especialistas y afectados que dan cuenta, sin ahorrar detalles, qué es lo que está sucediendo fuera de Capital Federal. Y cómo la toxicidad de los plaguicidas que hoy se vierten en el campo llega a la mesa familiar.
Postransgénicos
El desarrollo y la aplicación de nuevas técnicas de modificación genética (NTMGs) se han incrementado para la generación de variedades de cultivos y cría de ganado. A estas técnicas se les conoce como “nuevas técnicas de fitomejoramiento” (NTFs). Algunas se llaman también, técnicas de “edición del genoma” o “edición de genes” (CRISP-Cas/Cpf, TALENs, zinc finger nucleases, mutagénesis dirigida a oligonucleótidos). Estas herramientas de modificación de genoma se ocupan para acelerar el desarrollo de la biología sintética y producen modificaciones genéticas.[1]
La técnica de CRISPR CAS-9, es probablemente la técnica más empleada dentro de la gama de las técnicas asociadas con la biología sintética. A diferencia de los transgénicos tradicionales, esta técnica modifica una secuencia genética sin introducir un gen ajeno del genoma, aprovechando la información genética de la que selecciona el rasgo deseado; algoritmos predictivos dirigen donde los enzimas deben cortar o silenciar una secuencia genética. El recorte se repara con un hilo de ácido nucleico recombinante. Está técnica se reconoce como uno de los “héroes” de la llamada agricultura de precisión.
Algunos de los productos derivados de las NTMGs son maíz modificado para tener un aumento del almidón; arroz modificado para resistir plagas; un champiñón, el que resiste la oxidación; un trigo resistente a un moho, etc.[2]
Sin embargo, como se informa en este estudio y otros, CRISPR CAS-9 y otras técnicas no son tan precisas como están publicitadas. Los algoritmos predictivos se equivocan sobre dónde cortar y reparar la secuencia genética. Los resultados de los errores son mutaciones no intencionadas, algunas de las cuales son riesgosas. A pesar de los riesgos identificados,[3] en los Estados Unidos algunos productos derivados de CRISPR CAS 9 y otras técnicas de modificación se están comercializando sin regulación y menos etiquetado. Asimismo, se han desarrollado múltiples artilugios para evitar su reglamentación.
Una de las fuentes más influyentes de legitimización del sistema para no reglamentar son los informes de síntesis científica de las academias nacionales. La calidad científica de dichos informes varia mucho según el mandato gubernamental recibido, los directores y científicos nombrados a los comités y el proceso de revisión
[1] Productos de nuevas técnicas de modificación genética deben ser regulados como transgénicos
[2] Playing Russian Roulette with Biodiversity. Uncontrolled applications of gene editing threaten biodiversity, the rights of consumers and farmers, as well as the future of animal and plant breeding
Riesgos ambientales de los cultivos transgénicos: una evaluación agroecológica
La ingeniería genética es una aplicación de la biotecnología que involucra la manipulación de ADN y el traslado de genes entre especies para incentivar la manifestación de rasgos genéticos deseados (OTA 1992). Aunque hay muchas aplicaciones de la ingeniería genética en la agricultura, el enfoque actual de la biotecnología está en el desarrollo de cultivos tolerantes a herbicidas, así como en cultivos resistentes a plagas y enfermedades. Corporaciones transnacionales (CTNs) como Monsanto, DuPont, Norvartis, etc., quienes son los principales proponentes de la biotecnología, ven los cultivos transgénicos como una manera de reducir la dependencia de insumos, tales como pesticidas y fertilizantes. Lo irónico es que la biorrevolución está siendo adelantada por los mismos intereses que promovieron la primera ola de agricultura basada en agroquímicos, pero ahora, equipando cada cultivo con nuevos “genes insecticidas”, prometen al mundo pesticidas más seguros, reducen la agricultura químicamente intensiva y a la vez la hacen más sustentable.
Altieri Miguel A. 1999. Riesgos Ambientales de los Cultivos Transgénicos: Una evaluación agroecológica. Revista Red, Gestión de Recursos Naturales, segunda época número 14, pp 76-83.
Más de 800 científicos hacen un llamado para prohibir los transgénicos
El Instituto de Ciencia en Sociedad (ISIS) publicó este mes un estudio que entrega más evidencia sobre los peligros que presentan los transgénicos para el medioambiente y la sociedad. Estos productos, según los especialistas, liberan pedazos de genes sintéticos al suelo, al aire y al agua que causan resistencia a antibióticos o generan nuevas enfermedades, virus o mutaciones en los seres humanos.
Por este motivo, varios científicos firmaron una carta dirigida los Gobiernos del mundo para que se prohíban los productos transgénicos.
La declaración publicada por ISIS establece: “Nosotros, los científicos abajo firmantes, pedimos la suspensión inmediata de todas las emisiones ambientales de cultivos transgénicos y productos derivados de los mismos, tanto comercialmente como en pruebas a campo abierto, durante al menos cinco años”.
A través de sus estudios, los científicos del ISIS prueban que los transgénicos producen problemas para la seguridad alimentaria, la salud de los seres humanos, el bienestar del medioambiente, las investigaciones médica y científica y a la economía mundial. Esto se debe a que los productos alteran genéticamente a la flora y fauna del planeta y la ingesta de éstos causa cáncer o resistencia a medicamentos. Así mismo, el aumento de uso de herbicidas y pesticidas para la producción de alimentos a grandes escalas, lleva a la extinción de algunas especies como las abejas.