Las semillas, especialmente las de las plantas cultivadas, han sido modificadas por los seres humanos a través de un proceso co-evolutivo de al menos 10,000 años y que ha llevado, por ejemplo, a la existencia en México de al menos 64 razas de maíz, de las cuales 59 se pueden considerar nativas y 5 proceden de Cuba, el Caribe y Guatemala de acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO). De este conglomerado genético se pueden obtener miles de variantes; lo que también da continuidad a la diversidad bicocultural de los pueblos originarios y de las raíces culturales profundas de México.